Lo siento

Sales una tarde del trabajo y te vas a dar un paseo y a comprar un regalo de cumpleaños. A 50 metros delante de ti ves como a un par de borrachos se les cae un litrona al suelo que se hace añicos en mitad de la calle: risas entre ellos y a seguir bebiendo de la otra. Justo cuando pasas a la altura de la botella rota, una furgoneta pasa a tu lado pulverizando los trozos de cristal de la botella. El resto del paseo olerás a Mahou pero al menos no se te ha clavado ningún cristal. Llegas a la tienda sin que todavía se haya secado tu pantalón y te pones a buscar el regalo. De paso, miras algo para ti y después de unos minutos ves algo que andabas buscando desde hace tiempo con un precio muy ajustado. Lo añades a tu compra y te vas hacia la caja. Mientras esperas a los ineficientes cajeros, les preguntas por unas fundas que resultan tener a un 33% más barato que en otra tienda de la misma cadena. Mientras te acuerdas de los familiares del palomo que te coló el gol (y al que, por simpatía, le recomendaste enviar su CV a una empresa), te juran que todas las tiendas tienen los mismos precios. En fin, sólo compraste 5 unidades más caras y sin recibo. Ensimismado en tus pensamientos te llega el turno. Te dicen que son XX, te pasan la tarjeta y ... - ¡Quieto,quieto, parao! ¿Cuánto has dicho? Eso no puede ser. Este producto vale 10 y me lo estás cobrando a 15,50. ¡¡Mira la etiqueta!! - Pues tengo que decirle que está mal etiquetado. Ya nos ha pasado más veces. - Muy bien, pues no lo quiero. - Pues tenemos un problema porque acabo de psarle la tarjeta y no se lo puedo devolver. - ¿Comorrr? - Resulta que yo no tengo los permisos para anular cargos con el datáfono y mi compañero tampoco. El único que los tiene es el jefe y no vendrá hasta dentro de dos semanas. - ¿Qué me estás diciendo? ¿Que no me vas a dar el dinero? - No, si el dinero no lo vas a perder... vuelve dentro de dos semanas y lo arreglamos. Sencillamente te quedas paralizado porque como te muevas le arrancas la cabeza al dependiente. Te preguntas cómo puede ser posible que te haya dicho lo que te acaba de decir. - Mire, no voy a discutir por algo que parece que no tiene solución pero le agradecería que buscara alguna alternativa. Algo te debió ver en la cara que hizo saltar una chispa en su cerebro porque cogió un teléfono y después de unos minutos había conseguido anular al cargo y volver a pasar sólo el regalo. Sales de la tienda taciturno camino del metro, pensando en cómo puede haber tanto jeta y tanto inútil. Y te das cuenta que las escaléras mecánicas no fluyen porque hay dos trabajadoras del metro de cháchara ocupando todo el espacio y que el guarda jurado bromea con el mercader negro de turno diciéndole que mejor mira para otro lado... Llegas al andén y de camino a la puerta, por poco no te llevas un escupitajo en tus pantalones manchados de birra. El gilipollas te mira y se rie; no tiene intención de decirte, lo siento. - Espere un momento..