viernes, marzo 13, 2009

Lo que pagamos por un coche

En tiempos de crisis no está bien visto meterse con el sector del automóvil (proveedor del sueldo de miles de familias, a costa del culo de millones) pero no es ningún secreto que los coches no son santo de mi devoción. Toda mi vida he ida al trabajo en transporte público y ahora todas las mañanas añado 25 minutos de caminata para llevar a mi hija con los abuelos. Y es que me niego a tener coche, en parte por la tensión que me causa conducir y en parte porque para hijo tonto ya tengo al estado.
El paseo matutino de hoy ha dado para ser consciente del "verdadero" precio de los coches para la sociedad y digo "verdadero" porque, además del consabido X mil euros, más seguro, más impuestos, etc... está el precio del entorno que se ha creado exclusivamente para su uso. ¿Habría aceras si no hubiera coches? ¿habría semáforos, quita miedos, señales, pasos de cebra, carreteras y asfalto a paladas?. Creo haber dicho ya que las ciudades se construyen para los coches y no para sus habitantes. ¿Se imaginan una ciudad en la que todo fuera parque o zona peatonal? ¿Y si todo el dinero que se gasta en adaptar ciudades a los coches se utilizara para otras cosas? ¿Se lo imaginan?
Eso, por no hablar del "precio indirecto que costeamos todos" al tener que sufrir sus ruidos y sus humos. ¿Se podría calcular el gasto que implica la contaminación producida por los coches en enfermedades pulmonares, alergias y el impacto en el medio ambiente?

¿Tan necesario es el coche o es un mal que los magnates del petroleo, las cadenas de montaje y las ormigoneras nos han colado sin darnos cuenta? Ahí queda escrito para que piensen sobre ello la próxima vez que salgan a dar un paseo.


6 comentarios:

  1. Me cuesta horrores pensar un mundo sin coche… por que si es con el, y siempre voy perdiendo el culo…. Ole tus huevos con los paseos matutinos, eso si suena a levantarse contento.

    No se chuso, ciudades para coches – casas para teles- bolsillos pá las llaves.. etc. Una putada que contaminen pero yo lo necesito…

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  2. A lo mejor resulta que lo que ocurre es que la cosa stá mal planteada de base.
    yo al menos, así lo creo.

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  3. En Barcelona no tengo coche, me niego. Voy a los sitios en bici, en transporte público o en el tren de San Fernando, un rato a pie y otro andando ;) . En Inglaterra (un pueblo en la campiña) no me queda más remedio que usar el coche para todo: para ir a trabajar, a comprar... y no veas cómo echo de menos "mi transporte público" y "mis carriles bicis en vías de baja velocidad" (porque no comparemos los ¿50? por hora con un carril bici de metro de ancho catalanes con las 70 millas por hora y carril bici de apenas 40 cm de ancho que se gastan por aquí...). Total, que no sé si es una conspiración de la mafia de la hormigonera o la de la gasolinera, lo que sí tengo claro es que la gran mayoría de los urbanitas aferrados a su coche que afirman "que lo necesitan" lo dicen de vicio. Lo que pasa es que hay costumbre, y todo cambio es duro...

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  4. Pues hace tiempo escuche en una conferencia sobre cambio climático que la prohibición de los motores diésel compensaría con el ahorro en sanidad que supondría.

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  5. Las ciudades han sido creadas en un primer paso para los humanos y adaptadas para el progreso de los mismos. La gente necesitaba vías para poder transitar, comerciar, moverse, etc. Estos caminos fueron creados para poder desplazarse con mayor agilidad y comodidad y ahí fue donde entró en juego el coche, que hoy en día superpobla nuestras carreteras.

    El hecho de poder disponer de medios de transporte alternativos en las urbes supone un apoyo al tráfico de personas y bienes que de otra forma se tenía que hacer con los vehículos de cuatro ruedas.

    Hoy en día no es posible eliminar los coches de las ciudades, ya que la ciudad los necesita para poder seguir viviendo; me explico: no puedes eliminar las carreteras porque existen miles de rutas comerciales asociadas, porque hay muchas personas que lo necesitan para poder moverse por lugares a donde no llega el transporte público y otras razones como que no en todo el mundo hace tan buen tiempo como para poder ir en bici a todos lados.

    Es de esperar que las grandes ciudades se sigan desarrollando y, cada vez más, adopten más medios de transporte público, ecológico, etc. que dejen en un segundo plano al coche y que, al final éste acabará siendo eliminado. Pero sólo de las ciudades; en transporte interurbano es casi imposible.

    También yo sueño con un mundo sin dependencia de las cuatro ruedas, pero me da que no voy a poder verlo, sino que sólo lo podré plasmar en mis diseños. Un saludo y felicidades por el blog.

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  6. Gracias por vuestros comentarios.
    En especial el de Marcos Ferreiro al señalar la importancia de las rutas/carreteras para el comercio y las comunicaciones. Quizá el problema no sean las carreteras en sí, si no el uso desmedido que hacemos de los coches. ¿Es verdaderamente necesario que todos tengamos un coche?
    Hay empresas especializadas en el transporte de mercancías y personas que bien podrían cubrir nuestras necesidades. Para lo demás, las piernas, la bicicleta o algún artilugio eléctrico tendría que ser suficiente.
    Desde mi punto de vista, es desproporcionado la cantidad de dinero en parkings, espacio de la ciudad,... que conlleva poseer un coche personal.

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