Hoy es de esos días que no sabes dónde estás y tampoco te importa, en los que todo te importa un pimiento. Pero debería ponerle remedio, ya que son días perdidos y, cuando se me pase me lamentaré por haber perdido el tiempo. En fin, espero que escribir me sirva de terapia.
Empecemos recurriendo a los amigos y dándoles las gracias por llevarlos a las Cruceras a unos e invitarnos a una comida esquisita a otros. Mis fines de semana sin ellos serían mucho más aburridos aunque, con la agenda que suelo tener, poco tiempo tengo para bostezar. Pendientes me quedan unas cuantas llamadas y unas cuantas quedadas que quedarán para mejores momentos.
Las sesiones jugonas han dejado sabores agridulces últimamente. Ha habido partida al Dominion, a los jardines de la Alhambra, a un mal jugado Pandemic, a unos Colonos imposibles de ganar con el azul, a un Origo entre nenazas y a un Peking Order que dejó fría a mi mujer. Lo mejor, que hoy o mañana me han de llegar dos nuevos: Race for the Galaxy y Érase una vez. Lo peor, no saber cuándo los podré jugar.
Época de Feria del Libro y creo recordar que es el primer año en muchos que no tengo intención de pasarme. Desde que tuve churumbel (9 meses ya), todo lo que me he leído ha sido el primer tomo de la saga "Juego de Tronos" y la cosa no parece mejorar. Tengo como un centenar de libros en mi casa a los que quiero hincar el diente, así que no tiene sentido comprarme más. Con terminar el de un tal Versvs y el que me acabo de empezar hoy, tengo suficiente hasta Navidades.
Música: pues entre otras cosas, el triple de la Motown me espera...
También ando preparando las vacaciones al Valle del Loira... si alguien tiene algún consejo (alojamiento, rutas, comida...) será de agradecer. Como ando a caballo entre dejar un curro y empezar otro, espero poder cuadrarlas a finales de este mes.
Lo de la familia y los mil y un planes que me llenan la cabeza y que nunca llegarán a nada, los dejo para otro momento... Ahora me voy a comer.