martes, junio 09, 2009

De diálogo y hostias

Me maravilla pensar que hemos llegado a un punto en el que entregamos el poder mediante la palabra/el voto sin tener que llegar a la lucha y a la derrota (aunque ésto no es cierto para todo lugar ni todo tiempo).

El poder lo siguen ostentando los más fuertes (económica y, por ende, militarmente) pero la interface democrática lo suaviza tanto que a penas nos damos cuenta y hasta somos felices.

Lamentáblemente me considero un perfecto inútil para defenderme/atacar mediante la fuerza y, doy gracias de poder usar la palabra(aunque con poco éxito). Aun así, sigo pensando que es mil veces más fuerte un mamporro que el diálogo y, esto es, sencillamete, porque no todo el mundo está dispuesto a dialogar. Perfectamente te puedes levantar un día y negarte a seguir las reglas establecidas, dedicarte a pasear por el límite entre lo legal y lo inmoral sin que te enchironen, haciendo estragos entre tus conciudadanos. En dos palabras: hacer de halcón entre las palomas.

Las palomas entonces necesitan de sistemas para contener a los halcones o termirán muertas o mutadas en halcones. Mi pregunta es ¿cuántas palomas se necesitan para soportar/contener a un halcón? Ese es el número primo/mágico que da estabilidad a nuestra sociedad.

5 comentarios:

  1. La reflexión mola, pero comentaría dos cosas:

    - No hay una línea que separe lo legal de lo inmoral, sino que separa lo legal de lo ilegal. La moralidad y la inmoralidad tendrán otra frontera, que no coincide casi nunca con la ley. (Hay conductas legales inmorales, hay conductas ilegales completamente morales.)

    - De palomas y halcones, ¿realmente las palomas intenta frenar al halcón? ¿no será quizá que las palomas intentan volar un poco más rápido que las demás palomas para no ser ellas las cazadas? En mi día a día veo muchas palomas que, extrañamente, se empeñan por zancadillear a las demás palomas para no quedarse cara a cara con el halcón, aunque sea éste y no la paloma quien les hace la vida difícil. Supongo que es porque las palomas frenando al halcón suenan como la asamblea de ratones decidiendo ponerle el cascabel al gato :) La otra posibilidad es que las palomas actúen así precisamente porque son palomas (y torpes, y poco inteligentes) y por eso viven como viven, siempre corriendo delante del halcón en lugar de cómodamente tras ponerle el cascabel al gato...


    Ración de filosofía marciana (por el martes, claro).

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  2. Buenos apuntes los dos. ¡Sí señor!
    Especialmene el de las palomas poniendo zancadillas a las otras para no ser devoradas por el halcón. Es una táctica válida como otra cualquiera (me pregunto si se da en la naturaleza: seguro que sí en alguna manada acechada por alguna fiera). Lo triste es que nos lleva a que el halcón se frotará las manos de gusto y te será útil siempre y cuando seas tú el que puede poner la zancadilla.
    Pensaré detenídamente sobre ello.

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  3. Claro, como tú dices: te es útil cuando tú eres el que pone la zancadilla.

    Por eso no es una aproximación válida: porque considera cómo las cosas funcionan «bien» (yo pongo la zancadilla) pero no cómo funcionan «mal» (otro me pone la zancadilla y viene el coco y me come). Cuando T -> infinito, la probabilidad de que alguien te ponga una zancadilla -> 1.

    Si, dado un intervalo suficientemente grande, al final recibo el mismo número de zancadillas que pongo, el sistema no funciona y no es una solución. La solución es cambiar las cosas, qué fácil, qué difícil.

    Una cita que me encanta es:

    «Soy tan sólo uno, pero aún soy uno;
    no puedo hacerlo todo, pero aún puedo hacer algo;
    y tan sólo porque no puedo hacerlo todo
    no rechazaré hacer eso que puedo hacer.»

    - Edward E. Hale

    Tan fácil, tan difícil. Pero perdemos el tiempo y, evidentemente, los halcones se frotan las manos, cada día más.

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  4. Después de haber conocido tios muy listos, Zapatero y Rajoy lo son, diciendo tal cantidad de gili..eces, creo, que se ponen a la altura de quienes les votan.
    Eso no es democracia es el sistema, y no sirve, salvo a ellos mismos.
    ¡Salud!

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  5. Es un pulso continuo… sin buenos ni malos, con algunos pichones con otros halcones.

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