La plancha de este fin de semana ha dado bastante de sí. Por fin pude ver el documental Comprar,tirar,comprar.
De obligado visionado, habla de la obsolescencia programada que lleva empujando la economía desde mediados del XX. Eso sí, a costa de nuestras propias vidas: vidas que se malgastan en fabricar objetos de poca calidad/con fecha de caducidad y en trabajar para comprar una y otra vez productos que se rompen según lo programado. Eso sin considerar los efectos medioambientales de la obsolescencia.
¡Revolución ciudadana ya!
Por mi que se rompan, sino muchos no comeriamos.Jejeje
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