lunes, mayo 02, 2011

El origen de mi infelicidad: el agotamiento de elegir

Choice Fatigue
According to happiness researchers [...] we are less happy than we used to be. There are a number of well-studied and well-documented reasons for this, and a few obvious ones (famine, poverty, disease, and war), but surprisingly, a leading cause of unhappiness, at least in the developed nations, appears to be the overabundance of choice. In the last few decades, rates of depression have dramatically increased worldwide, a curve that corresponds with the upsurge in choice, indicating perhaps that having too many options fosters stress, anxiety , and uncertainty.
"Choice fatigue" seems counterintuitive, becasue choice is good, right? Well, not so far. Our consumer culture is relentless, and the more choices we have - the more information we're bombarded with- the more effort we invest in evaluating our options, and the more likely we are to be dissatisfied with the outcome.The more options we're giving, the poorer our decision- making abilities become. Most of us hate making trade-offs and will avoid making decisions until we absolutely have to; the decision-making process is fraught with bad feelings from the start. At the same time, most of us are bad at dealing with uncertainty and at estimating odds, especially since we often don't posses enough information to properly calculate probabilities. After spending so much time weighing trade-offs and trying to sift through a deluge of information, our expectations rise so high that we often end up disappointed when the outcome is not as perfect as we had hoped. Consumer satisfaction is nothing more than the miracle of reality matching our expectations.What's worse, we often adapt to our overabundance of choices by picking things haphazardly and acquiring more than we need. The more we own, the mnore we get used to all of the stuff surrounding us, and the less special it feels. That's not to say that the only remedy for choice fatigue is getting rid of choice altogether. Rather, we need to find ways to maintain a level head when making choices, and to keep a healthy distance between the destabilizing allure of advertising and ourselves.


Fatiga de la elección (Choice fatigue)
Según los investigadores de la felicidad [...] somos menos felices de lo que solíamos ser. Hay una serie de razones bien estudiadas y documentadas para esto, unas pocas obvias (el hambre, la pobreza, la enfermedad y la guerra), pero, sorprendentemente, una causa principal de la infelicidad, al menos en los países desarrollados, parece ser el exceso de elección (overabundance of choice)En las últimas décadas, las tasas de depresión han aumentado drásticamente en todo el mundo, una curva que corresponde con el aumento de opciones, indicando quizás que tener demasiadas posibilidades fomenta el estrés , la ansiedad y la incertidumbre.
"La fatiga de la elección" parece contradictorio, porque la elección es buena, ¿verdad? Bueno, no tan cierto. Nuestra cultura de consumo es implacable, y cuantas más opciones tenemos - estamos bombardeados por más información - mayor es el esfuerzo que invertimos en la evaluación de nuestras opciones, y más probable es que estemos disconformes con el resultado.Cuantas más más opciones nos son dadas, más pobre se vuelve nuestra capacidad de tomar decisiones. La mayoría de nosotros odiamos hacer concesiones, evitamos tomar decisiones hasta que sea absolutamente necesario y desde el principio, el proceso de elegir está lleno de malas sensaciones. Al mismo tiempo, la mayoría de nosotros estamos mal preparados para manejar la incertidumbre y estimar resultados, sobre todo porque a menudo no posemos suficiente información para calcular correctamente las probabilidades. Después de pasar tanto tiempo evaluando pros y contras y tratando de desplazarse a través de un diluvio de información, nuestras expectativas son tan altas que, a menudo, terminan decepcionandonos cuando el resultado no es tan perfecto como esperábamos. La satisfacción del consumidor no es más que el milagro de hacer coincidir la realidad con nuestras expectativas.Lo que es peor, a menudo respondemos a nuestro exceso de opciones, escogiendo cosas al azar y adquiriendo más cosas de las que necesitamos. Cuanto más tenemos, más nos acostumbramos a todas las cosas que nos rodean, y menos especiales nos parecen. Eso no quiere decir que el único remedio para "la fatiga de la elección" sea deshacerse de toda posibilidad de elección. Por el contrario, tenemos que encontrar maneras de mantener la cabeza fría cuando tomemos decisiones, y disponer una sana distancia entre el atractivo engaño de la publicidad y nosotros mismos.


Worldchanging, A user's guide for the 21st century. 

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