domingo, julio 22, 2007

Como pille a Bin Laden me lo cargo

¡La primera en la frente! Este sábado, volaba yo a Trieste con dos botellas de vino debajo del brazo (un Pesquera y un Casa Mayor) para compartir cultura y un buen rato con mis colegas europeos durante nuestra sesión de experimentos. En este grupo es costumbre que cada uno traiga un manjar de su tierra y así, año tras año, hemos disfrutado de buen queso ahumado, de vodka con miel, de licor de ciruelas, de excelente whisky escocés (Talisker), de Marmite, de vino alemán, italiano, búlgaro,... de arenques suecos, de bombones..., en resumen, de un rato de relax entre las sesiones maratonianas de trabajo. Pero, he te aquí, que llego al aeropuerto y me dan el alto en los controles por portar líquidos sin factura. Me dicen que por seguridad está prohibido y que las deje en unos contenedores a la entrada o que intente facturarlas. ¡Maldita mi/su estampa! Nunca he facturado y nunca facturaré botellas "frágiles" de cristal dentro de la maleta de la ropa porque sé que las manchas de vino no se quitan en la vida. Total, que, con toda la pena de mi corazón, se fueron por el retrete 50€ y mi aportación al reconocimiento internacionalmente de nuestros buenos caldos.
Embarco con las manos vacías y con la mala hostia de pensar que un tal Bin Laden me ha privado de esos momentos de asueto que tanto estimamos los que trabajamos fundamentalmente por amor al arte. ¿Habrá calculado en su maldad este daño colateral?

Pero siempre hay quien hace negocio de las desgracias ajenas. Mientra enseño mi pasaporte por cuarta vez y me pregunto cual habrá sido el destino de las viandas de mis otros compañeros, veo de reojillo como los dueños de las tiendas de perfumes y licores de Aldeasa tiene la caja a rebosar.

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2 comentarios:

  1. Tu indignación está más que justificada amigo!!

    ¡Qué triste es lo que están haciendo con un poco de manipulación ejercida sobre el miedo!.

    Lluevo sobre mojado.

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  2. Se esta poniendo la cosa muuu malita, con los putos aviones. Y lo del vinercio pues no me extraña, ahora con eso de los 100ml. Solo te queda darle un golpe a la azafata del avión y robarle botellitas; o del duty free. Anda que no saben na.

    Al fin y al cabo son gilipolleces que cada día nos hacen menos libres. Mal de muchos consuelo de tontos.

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