Hoy hace una semana que me sonó el teléfono a las 5:00 de la mañana como ya os conté. ¿Es una casualidad que mi mente me hiciera oír el teléfono de nuevo esta noche? Lo dudo, igual que dudo que el cuerpo se levante de lunes a viernes justo antes de que suene el despertador sin motivo alguno. Del mismo modo reaccionamos a situaciones inconscientemente, aparentemente sin saber por qué, pero que seguro son resultado de experiencias vividas con anterioridad: el miedo a hablar en público porque la primera vez fuimos el hazme reír de todos; la sensación de gafe y pesimismo... de ésto saben mucho los psicólogos freudianos. El punto que quiero señalar hoy es que somos la suma de nuestras vivencias tanto psíquica como físicamente. Quizá ésto no sorprenda a nadie pero tengo la sensación de que no vivimos conforme a esa premisa. Cuerpos y mentes castigados que acumulan su efecto hasta que nuestro organismo dice basta de mil y una maneras. Por tanto creo que todos deberíamos aprender esta pequeña lección.
Creo que hasta el vive por encima de sus posibilidades.
ResponderEliminarQueda bien eso de “más rico el que menos necesita, no el que mas tiene”
----- No?