Si usted se compra una moto no es para hacer daño a terceros y mucho menos para matar a nadie. Pero vivimos en una sociedad civilizada, que sopesa riesgos y que le obligará, junto con la compra de su moto, a contratar al menos un seguro de daños a terceros. [...] Pero si usted se compra, pongamos por caso, un petrolero o una central nuclear el caso es diferente. [...] no tendrá un seguro de daños que cubra por completo a la infinidad de terceros a los que su preciada posesiónpodría dañar. [...] no hay compañía de seguros ni fondo de compensación que lo resista. En el caso harto improbabla de que algo así ocurriese, tal y como sucedió en Chernóbil, sería el Estado (es decir, todos nosotros) quien pagaría de una forma u otra la mayor parte de los platos rotos...
martes, septiembre 15, 2009
A reclamar a Rita
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los seguros son un mal necesario esta claro… pero para que quiero un ataúd de oro?
ResponderEliminar