Como el perro del hortelano

Voy a invertir otros 5 minutos más de esos que me sobran todos los días como investigador porque todo el mundo sabe que a los investigadores les sobra el tiempo, su carrera no depende de las horas que inviertan y sus resultados son como las setas, salen sólos.
Y digo voy a invertir 5 minutos más, porque ya llevo como una hora invertida para que la universidad me page una ínfima parte del último viaje de trabajo que he hecho, esta vez a cargo de los presupuestos alemanes.
Si al último congreso que he asistido he conseguido que el viaje y el alojamiento me lo pague Alemania, ¿qué reclamo a mi universidad? Pues que al menos me paguen los taxis al aeropuerto (de la vuelta; la ida la hice en mi coche y yo pagué el metro en la ciudad destino), un día de dietas (de los 4 en que consistió el viaje y de los cuales Alemania no me pagó ninguno) y el póster que presenté (ahora los hago tamaño A1 que además de transportarse mejor, sólo cuestan 15 euros).
Pues bien, para solicitar ese dinero he tenido que:
- imprimir y rellenar dos veces el parte de gastos pues resulta que, al haber cambiado la cúpula directiva por las elecciones en la universidad, también ha cambiado el formulario.
- justificar que efectivamente he estado en Alemania.

Y ¿cómo justifico eso? Pues ahí he tenido varios problemas.
No les vale con que presente la factura del taxi; no les vale con que presente una copia de la factura de mi estancia en el hotel; no les vale que les presente mi plan de viaje como tampoco les vale que les presente un billete de embarque en el avión. He tenido que buscar e imprimir la tarjeta de embarque del móvil para justificar que he ido y he vuelto.

La susodicha tarjeta de embarque

Resumiendo: ya no solo no hay dinero para hacer ciencia en España sino que además se hace lo imposible para que, aunque saques dinero de otro sitio, no puedas investigar en este vendito bendito país. Cada vez, más ganas...