De por qué en el mundo tiene que haber desigualdades

Acabo de empezar a leerme "El economista camuflado" de Tim harford porque ya iba siendo hora de que aprenda algo sobre el motor que mueve nuestro mundo, la economía. Sus primeras páginas ya han dado algún fruto, dejando claro que la "Ley de la oferta y la demanda" está en el corazón del sistema económico y, por lo tanto, bien puede señalarse como el origen de todos nuestros bienes o nuestros males. En breve, el dueño del objeto que escasea es quién decide sobre el precio del objeto y de todos aquellos que se deriven de él. En esa sencilla ley surgen muchas de las desigualdades que azotan a nuestro mundo. ¿Por qué una persona tiene que aprovecharse de esa escasez para su beneficio en decrimento del del resto? ¿No sería más sensato, por el bien de la convivencia y la igualdad, que ese recurso se repartiera entre todos? Cualquiera respondería que sería injusto que los primeros colonos que pasaron penurias por habitar nuevas tierras tuvieran que compartirlas con los que llegaran posteriormente sin recibir nada a cambio. Aun más, parece claro que si no hay motivación económica no hay desarrollo (me refiero al comunismo). Pero debemos ser conscientes del precio que pagamos por esa recompensa "material": desigualdades, guerras, hambre, ... Si quisiésemos cambiar las cosas convertiríamos a los emprendedores en ricos "morales", en heroes de una humanidad más humana, atareados en distribuir los bienes y en enseñar los principios de convivencia a los más rezagados. El problema a salvar entonces sería el dipolo hombre comprometido-hombre vago (que no malo). Perdónenme las elucubraciones de un ignorante, pero el blog es mío y hoy hace las veces de diario personal.