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Bien, estarás de acuerdo o no con mi gusto sobre los juegos de cartas tradicionales, pero sin duda te suenan sus nombres y probablemente hasta conozcas las reglas de varios de ellos. Y todos utilizan el mismo mazo de cartas, esto es, la baraja normal de cartas que, apuesto, ya tienes. De hecho, las barajas de cartas son tan comunes y las reglas de los juegos tradicionales tan conocidas que si preguntaras a cuatro individuos al azar, habría muchas posibilidades de que se sentaran y pudieran jugar al menos a uno de esos juegos. Pero ¿ocurriría lo mismo si ese grupo quisiese jugar a un juego de mesa en vez de a las cartas? Las probabilidades serían mucho más limitadas, quizás el Monopoly, el Cluedo, el Risk, el Scrabble o el parchís. No es que no haya muchas otras opciones interesantes, si no que el número de juegos de mesa que la gente conoce es bastante pequeño. Date cuenta de que cada juego que consideraran requeriría material diferente (i.e., un tablero diferente, fichas diferentes,..) E incluso en el caso de que el grupo se decidiera por uno de estos juegos, la probabilidad de que el anfitrión lo tuviera en casa sería mucho menor que el de un mazo de cartas.
Así, parece que no existe un paquete estándar de piezas que pudieran ser usadas en muchos juegos de mesa. La primera pregunta que se nos presenta es si ya hay algo pero que tal sólo faltara popularizar.[...] Una de esas posibilidades es el fantástico sistema Icehouse diseñado por Andrew Looney. El sistema Icehouse consiste en un grupo de pirámides de plástico coloreadas en tres tamaños que se pueden apilar. El conjunto fue inicialmente diseñado como un único juego (llamada Icehouse) que se jugaba sin tablero. Pero como el juego es de tipo abstracto y puesto que hay varios tipos de piezas (tamaño y color), los diseñadores lo han encontrado adecuado para desarrollar nuevos juegos. Así, hay diseñados docenas de juegos para las piezas de Icehouse. De todos modos, como sistema base para juego universal tiene algunos inconvenientes. [...] Otra opción a considerar es el sistema tradicional del ajedrez. [...] aunque es poco flexible.
Se puede encontrar algún otro candidato pero todos se quedan cortos en algún sentido en cuanto a los requisitos del un sistema de juego universal. Por supuesto, ningún sistema puede ser perfecto pero si las piezas se diseñaran con la idea de ser genéricas para juegos de mesa universal, ¿qué características tendrían que tener? ¿Cómo diseñaríamos ese sistema? Parece lógico inspirarse en la baraja tradicional de cartas que ha dado tan buenos resultados. [...] Mezclando todos los ingredientes indicados anteriormente (esto es flexibilidad, disponibilidad, clasicismo, relacionado con las cartas pero diseñado para las necesidades de un juego de mesa) surgen algunas ideas: baldosas (que nos sirvan para diseñar multitud de tableros), palos y valores (como en la baraja de cartas), fichas, probablemente dados y peones. Estos son los componentes que forman el Piecepack. No es, de ninguna manera, perfecto pero, hasta donde se, es el primer conjunto de piezas que ha sido diseñado para un sistema de juegos de mesa universal.
El Piecepack consiste en:
24 baldosas cuadradas donde por una cara indican un palo (en la esquina superior izquierda) y un valor (en el centro; el valor 1 viene indicado por el dibujo de cada palo), dibujados en el color del palo. Por la otra cara, dos líneas en cruz dividiendo la baldosa en 4 (cuadrícula). Hay una baldosa para cada combinación palo-valor.
24 fichas redondas donde por una cara llevan el valor en negro (el valor 1 viene indicado por una espiral independientemente del palo) y por la otra el palo (pintado con su color). Ambos lados tienen una marca en un borde (para efectos de orientación). Hay una ficha para cada combinación palo-valor.
4 dados de 6 caras donde cada cara tiene un valor. Hay un dado coloreado por cada palo y el valor 1 viene indicado por el dibujo de cada palo.
4 peones, un peón del color de cada palo.
Los palos del Piecepack son soles, lunas, coronas y picas. Los valores que utiliza el Piecepack son 5, 4, 3, 2, 1 y 0 (no se dibuja nada).
Con esta configuración, ¿qué flexibilidad conseguimos? Pues bien, las baldosas nos permiten construir tableros de diferentes formas. Boca abajo, mostrando la cuadrícula, las baldosas sirven para juegos clásicos y abstractos, incluyendo el tradicional tablero de ajedrez de 8x8. Boca arriba, mostrando los palos y los valores, las baldosas se pueden usar como celdas individuales para juegos cuya mecánica se base en el palo, en el valor o en ambos. Ya que las baldosas tienen la marca del palo en una esquina, también se puede usar su orientación.
Las fichas son igualmente versátiles. Ya que el palo y el valor vienen marcados en caras opuestas y que el valor del uno se representa por el mismo símbolo (espiral) independientemente del palo (en baldosas y dados el uno viene representado por el símbolo del palo al que corresponden), se pueden diseñar juegos en los que convenga esconder el palo o el valor. La marca en las fichas también nos sirve para marcar el sentido en una dirección o rotación si algún juego lo requiere.
Los valores usados en Piecepack fueron seleccionados por su flexibilidad. Los ceros y los unos ofrecen al diseñador dos valores que pueden tomar cualquier significado. A su vez, pueden actuar con sus verdaderos valores, consiguiendo una escala del 0 al 5 para cada palo (los dados también van del 0 al 5). El rango 0-5 tiene la ventaja sobre el típico 1-6 de que la tirada de tres dados (suma máxima de 15) cubre cualquier suma de todas las baldosas o de todas las fichas de un palo (0+1+2+3+4+5=15). […]
La flexibilidad del Piecepack ha quedado demostrada hasta el momento. Hoy por hoy, se han diseñado juegos basados en este sistema para una gran variedad de estilos (de azar, de destreza manual, de memoria, de táctica y de estrategia) y de temáticas (fantasía, finanzas, historia, ciencia ficción y deportes). Se ha adaptado bastante bien a juegos tanto temáticos como abstractos. Algunos juegos incluso han aprovechado la posible naturaleza tridimensional de las baldosas, para hacer los juegos más vistosos y convertirlos en verdaderos retos. Hay juegos escritos para un jugador y hasta para 6, aunque aumentar este número sería tan fácil como añadir un segundo paquete de Piecepack.
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Pero la prueba de la disponibilidad es claramente el mayor reto del Piecepack. Para ello, el Piecepack se hizo de dominio público en octubre del 2000. Esto significa que cualquiera puede fabricar su propio Piecepack; hay imágenes e instrucciones descargables disponibles en la página web indicada al final de este artículo. De hecho, cualquier fabricante puede vender Piecepacks sin pagar royalties o comisiones de ningún tipo. Las especificaciones del Piecepack señaladas anteriormente son independientes del material con el que se construya; se puede fabricar de madera, plástico, cartón, cerámica o incluso metal, siendo bastante barata su producción. Así mismo, cualquiera puede diseñar juegos para el Piecepack, pudiendo distribuir sus reglas como desee (aunque se pediría a los diseñadores que lo hicieran gratuitamente). De este modo, conseguimos que el modelo de distribución del Piecepack sea como el tradicional de las barajas de cartas.
¿Llegará Piecepack a convertirse en un elemento presente en todos los hogares? ¿Evolucionará del mismo modo que las cartas? Si 4 personas quedaran atrapadas en una isla desierta en un futuro, ¿serían capaces de jugar con Piecepack para aliviar su aburrimiento? Sólo el tiempo lo dirá.
Yo por mi parte y de momento le voy a dar un tiento a uno de cartón. Espero que os guste e inspire.
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